La otra noche nos apetecía darnos un homenaje.

Y sí, nuestras arterias probablemente pusieron la misma cara que estáis poniendo vosotros al leer esto, pero de vez en cuando, creo yo, hay que permitirse algún exceso. En nuestro caso, este exceso vino a través de unas salchichas gourmet que compré y a las que, en un nuevo ejercicio de gamberrismo culinario, sometí a un rebozado similar al que se utiliza para algunas salchichas en Australia antes de introducirlas en el típico panecillo y disfrutarlas como se debe disfrutar un perrito caliente: pringándose todos y cada uno de los diez dedos, como mínimo.
Al parecer, este bocadillo tan típicamente americano tiene su origen en los inmigrantes europeos, especialmente americanos, y su éxito se debió principalmente a su popularidad entre las clases medias. Parece ser que el inventor del “hot dog” fue Charles Feltman, que a finales de la década de 1860 comenzó a vender estos bocadillos desde el carrito que empujaba por Coney Island, en Nueva York. Desde entonces, ha habido múltiples variaciones (como mínimo, tantas como ciudades principales tiene Estados Unidos, donde cada una se enorgullece de su propia manera de preparar el “hot dog”).
En mi caso, he optado por un tipo de rebozado que vi en Australia (y que no sé si se preparar así; esto es tan solo un experimento) y lo he acompañado con un guacamole rojo y un poco de tomate y cebolla roja, dos productos que, para mi gusto, le van que ni pintados a este bocadillo.
Ingredientes
Para los perritos
1 salchicha por persona (la original es la frankfurt, yo utilicé unas al estilo polaco deliciosas).
100 ml. de leche.
1 huevo.
1 chorrito de aceite.
50 gr. de harina.
50 gr. de maizena.
Aproximadamente un sobre de levadura (un poco menos de un sobre, en realidad).
Medio tomate.
Media cebolla roja.
Para el guacamole rojo
1 aguacate.
3 chalotas.
1 tomate maduro.
1 cucharada de postre de ajo picado Gourmet Garden.
1 cucharada de postre de cilantro fresco de Gourmet Garden.
2 cucharadas soperas de chile fresco de Gourmet Garden.
Medio limón.
Comenzamos preparando nuestro guacamole rojo que, como verás, es prácticamente igual que el guacamole normal. La diferencia es que lleva bastante más tomate, que no utilizamos pimiento y, en su sustitución, utilizamos el chile fresco de Gourmet Garden, que me encanta por dos motivos principalmente: por lo rico que está y porque soy de esos patosos que se ponen a cortar guindillas o pimientos y sin querer en algún momento se frotan los ojos. A quienes os ha pasado conocéis la maravillosa sensación. Como este chile viene en un práctico tubo, no hay problema.
Además, utilizando otros productos de Gourmet Garden este guacamole se prepara en un periquete: solo necesitamos pelar el aguacate, picar un poco los ingredientes, mezclarlos en el vaso de la batidora y picar a fondo. Por último, pasamos a un bol, exprimimos a mano medio limón y mezclamos bien.

Nos ponemos ahora con el rebozado de la salchicha. Para ello, batiremos un huevo y lo mezclaremos bien con la leche y el aceite. Por otra parte, mezclamos bien las harinas con la levadura. Finalmente, batimos todo bien en la batidora hasta que quede una crema bien mezclada, sin grumos. Si la leche y el huevo estaban en el frigorífico podremos seguir con el último paso, si no, dejad la mezcla un rato en el frigorífico para que se enfríe un poco.
Por último, cogemos las salchichas, las embadurnamos bien en la crema que hemos preparado y, tal cual, se introducen en abundante aceite caliente. Cuando saquemos las salchichas, las dejaremos escurrir sobre papel de cocina.
A mí, además, me gusta tostar ligeramente el pan en la sartén con una gota de aceite, y lo acompaño esta vez con tomate y cebolla roja picados muy finos. Se sirve todo por separado para que cada uno se prepare su “hot dog” como más le guste, que es otra de las atracciones de este popular bocadillo.

La recomendación del chef
Creo que hay pocas cosas que se identifiquen tanto con la gastronomía de Estados Unidos como el “hot dog”. Quizá con esta idea en 1979 Led Zeppelin lanzó este tema, muy diferente del estilo habitual de la banda, más cercano al country y, por lo tanto, en cierto modo, predecesor del tremendo discazo que a dúo con Alison Krauss publicó Robert Plant en 2007, ‘Raising sand’.
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[…] su día, yo utilicé esta salsa para completar un hot dog casero, pero una de las mejores cosas del guacamole es que sirve para muchísimos platos. Una forma que a […]
Pues nos ha traído mi suegra unas salchichas de Alemania… Ya estoy visualizando los perritos… #ñamñam 😉
Esos perritos que son obra de ingeniería… Tan complicados de comer como deliciosos. ¡Vivan los dedos ‘pringaos’! 😉