El otro día tuve uno de esos momentos en los que se pasa de abrir el frigorífico y recolectar sobras a preparar uno de esos platos con los que te chupas los dedos.
Teníamos algo de vichysoisse que había preparado yo previamente y lo que nos sobró de una sopa de verduras que había hecho mi chica. Teníamos que gastar ambas cosas y había que pensar algo con lo que reutilizar ambos… Difícil. Pero se me ocurrió que utilizar la crema de puerros (con algo más) como relleno de unos lumaconi, que en casa nos encantan, y la sopa de verduras como remedo de caldo con los que servirlos podía funcionar.
Sonaba raro, lo sé. Pero funcionó.
Quizá también porque la sopa de verduras era ligera (y yo la aligeré un poco más) y las verduras estaban muy picadas. O porque el relleno de los lumaconi, aprovechando una pechuga de pollo que me quedaba y algunos restos de verduras que recolecté en el frigorífico, quedó rico y jugoso. No lo sé. Pero a pesar de que no era una receta pensada para el blog (de hecho las fotos las hice con el móvil para recordar posteriormente los pasos, nada más) quedó tan rica que no me resistí a incluir este ejercicio de cocina de aprovechamiento.
Ingredientes
8-9 lumaconi por persona
Media cebolla
Medio pimiento verde
Medio ají rojo
Medio puerro
Una pechuga de pollo cortada en trozos
Un diente de ajo
Para la vichysoisse
Puerros y patatas (normalmente yo hago la proporción mitad de patatas que de puerros, dependiendo del tamaño, claro)
175 gr de leche evaporada
250 ml de agua
Sal
Pimienta blanca
Aceite de oliva
Lo primero con lo que tenemos que contar, si no estás reutilizando sobras como yo, es la sopa de verduras y la vichysoisse. De la sopa, creo que sobra decir nada; no pretendo enseñar a nadie cómo hacer una sopa de verduras. Sí es importante que piques bien las verduras. Y si no la tienes hecha previamente, con preparar un caldo ligero de verduras lo tienes arreglado.

En cuanto a la vichysoisse, sinceramente yo la preparé con la Thermomix, en la que las cremas quedan con una textura espectacular. Pero, en cualquier caso, no tiene mucho misterio: picas y rehogas el puerro en una cazuela con aceite y una nuez de mantequilla; pelas, picas las patatas y las añades; sazonas y dejas rehogar a fuego medio-bajo. Cubres con el agua y cueces durante unos 15-20 minutos. Trituras todo y añades la leche evaporada, mezclando bien. Añades una pizca de pimienta blanca y dejas enfriar.

Esta crema será la base de nuestro relleno. Obviamente, es demasiado ligera, así que le daremos consistencia: preparamos un sofrito de cebolla, pimiento verde, ají rojo y puerro, todo muy, muy picado. Mientras, hacemos los trozos de pechuga a la plancha. Mezclamos el sofrito, la crema y la carne, que mechamos (con la Thermomix esto se hace en un periquete; confieso que soy incapaz de hacerlo a mano, por cierto). Ya tenemos nuestro relleno.

Solo nos queda preparar los lumaconi. Los cocemos y los reservamos. Hay quien dice que es bueno no dejarlos cocidos del todo, sino que le falte un punto; supuestamente, al añadir un caldo caliente se terminan y son más fáciles de rellenar. Yo no intento afinar tanto: los dejo al dente, espero a que se enfríen y los relleno.

Una vez que añades el caldo, la pasta en seguida adquiere la temperatura sin problemas y queda lista para disfrutar.

La recomendación del chef
A veces cuando creemos que no tenemos nada, o que tan solo nos quedan las sobras… Descubrimos que con eso es suficiente. Incluso que es perfecto. Esto ya lo sabía y cantaba hace tiempo la gran Nina Simone en esta maravillosa canción, prostituida sin el menor rubor por una marca de automóviles hace años para vender su último modelo, titulada ‘Ain’t Got No, I Got Life’. Disfruten.