Merluza con espárragos al té de menta

No sé qué me ha dado, pero últimamente me gusta mucho probar con el té en la cocina.

Porque parece que el uso del té está limitado a los postres, pero no deja de ser una infusión que le puede dar mucha vidilla a cualquier otro plato, un pescado, en este caso. Estaba yo dándole vueltas a unos medallones de merluza congelados que compré hace tiempo y a los que tenía que dar salida de alguna forma. Las cosas como son, prefiero mil veces el pescado fresco, pero en ocasiones, por ritmos vitales/profesionales y otras tonterías, no me queda más remedio que rendirme a lo práctico.

En este caso, unos medallones de merluza que, la verdad, daba pena verlos (no sé ni por qué los compré). Había que animarlos de alguna manera y a mí se me ocurrió que el té de menta podría ser una opción. El resultado, más que recomendable.

Ingredientes

2 Medallones de merluza

2 Espárragos frescos

Té de menta

Albahaca fresca

Almendra picada

Aceite de oliva

Sal y pimienta

Comenzamos pelando los espárragos: dejamos unos tres o cuatro centímetros de yema y, a partir de ahí con un pelapatatas, vamos retirando la capa exterior del espárrago, retirando además la parte más dura del final.

Hervimos agua, introducimos el té de menta siguiendo las instrucciones del fabricante y cuando haya hervido retiramos el té, añadimos sal (una cucharadita) y una pizca de azúcar (media cucharadita como mucho, para mi gusto) y cocemos los espárragos.

Una vez cocidos, cortamos los espárragos más o menos a la mitad y reservaremos la parte de la yema. Con la otra parte, un par de horas de albahaca picadas (en su defecto siempre puedes utilizar la albahaca fresca de Gourmet Garden) y añadiendo algo del caldo que nos quedó (a tu gusto) trituramos hasta conseguir una salsa cremosa.

Salpimentamos los medallones y los pasamos por la plancha. Emplatamos con las yemas de espárrago, la salsa y, si queremos, un poco de almendra picada.

Merluza con espárragos al té de menta

La recomendación del chef

Estoy enganchado a la serie ‘Vikings‘. Me gusta mucho. Desde pequeño me gustaron los vikingos (recuerdo los libros sobre mitología nórdica que leía maravillado en la ahora desaparecida, snif, Biblioteca Sánchez Ruipérez) por ese espíritu indomable que tenían. Y cuando salió esta serie no lo dudé. Ya desde el principio, con esa gran escena inicial y los créditos con esta canción de Fever Ray sabía que la serie me iba a gustar. Y ahora mi chica, que está sentada a su ordenador mientras yo escribo esta receta, me ha puesto esta canción porque sabe que me gusta. Una canción profunda, vibrante, con un toque amargo. Y he pensado que le venía a este plato como anillo al dedo.

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2 comentarios

  1. Pero bueno pero bueno! Esta idea me encanta! Además tengo muchísima variedad en cuanto a tés, desde dulce de leche, pasando por la canela, hasta Carcade traído de las orillas del río Nilo 🙂 Un pasote. A ver si hago algo similar y te cuento. Muá!

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