No sé a vosotros pero, con este tiempo que tenemos, a mí se me suele antojar un plato de legumbres. De esos de cuchara y pan “para mojar”, que decíamos en casa.
El problema es que con el ritmo de vida que llevamos esto suele ser bastante complicado. No sé vosotros, pero yo suelo llegar a todos los sitios con la lengua fuera, siempre corriendo, siempre sin tiempo para nada… Y, claro, con este ritmo, a ver quién es el listo que saca tiempo para hacer un buen plato de garbanzos como los hacían nuestras madres: poniendo los garbanzos en remojo la noche antes (¡la noche antes! Yo la noche antes lo único de lo que soy capaz la mayoría de las veces es de arrastrarme hasta la cama…), cociéndolos con mucha paciencia, siempre pendientes del fuego…
Lo que decía, que yo no suelo tener tanto tiempo. Y es una pena, pero no por eso me privo de comerme un buen guiso. Que sí, que hechos con calma y tiempo es como más ricos están, no cabe duda, pero aun así yo, si tengo el antojo cuando vuelvo del trabajo de comerme un plato de garbanzos, no me complico la vida: tiro de lata. No es lo mejor, pero tampoco estamos como para andar con remilgos. Yo, al menos.
Ingredientes (para una persona)
Garbanzos cocidos (de los de bote, sí; la cantidad, según el hambre que tengas).
1 patata mediana.
Una cucharada de pulpa de pimiento choricero.
Alcaparras (al gusto).
Media cebolla.
Hinojo en grano.
Una cucharada de ajo picado de Gourmet Garden.
Dos cucharadas soperas de tomate triturado.
Lo primero que hago siempre que cocino con garbanzos de bote es limpiarlos bien en un escurridor con el chorro de agua bien fuerte, verás que empieza a soltar una espumilla (ni quiero saber qué le echan), cuando deje de soltarla, están. Los dejas escurrir mientras preparas el resto de la receta.
Pelamos la patata y la cortamos en trozos regulares, ni muy pequeños ni muy grandes. Los vamos a cocer en agua a la que echaremos una pizca de granos de hinojo.
En otra cazuela, calentamos un par de cucharadas de aceite y añadimos la media cebolla picadita fina. Cuando empiece a dorarse añades alcaparras y lo dejas un par de minutos antes de añadir el tomate y la pulpa de pimiento. Mezclas bien y lo dejas a fuego bajo.
Escurres las patatas, las mezclas con los garbanzos y lo añades todo a la cazuela, incorporamos medio vaso de agua. Subes el fuego hasta que empiece a hervir y luego lo bajas a fuego medio para dejarlo un par de minutos antes de servir y disfrutar.
La recomendación del chef
Con este frío tan bien viene un plato de garbanzos como este tema para entrar en calor. Se trata de la bella voz de Aretha Franklin remezclada para la ocasión por Daddy G, uno de los componentes del mítico grupo de trip-hop Massive Attack. Con este temazo y este platazo, lo tienes ya todo para aguantar este frío firme como una roca.
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¡Exagerado! Ya que cueces la patata, haz lo mismo con los garbanzos, que no se tarda tanto 😉 Qué ganas de comerlos otra vez y eso que tocaron el sábado :p
Se me olvidó ponerlos en remojo (bueno, en realidad es que fue un pronto). De todos modos, no cocinamos con olla a presión. Por cierto, ¿dónde compraste esos pico pardal?
Lo malo de los garbanzos es que hay que ponerlos en remojo y si no, los de bote están buenísimos.
Gran idea la alcaparra, nunca se me hubiera ocurrido.
A mí no me duelen prendas en admitirlo: si tienes tiempo y ganas de ponerte a hacer unos buenos garbanzos, estupendo, pero sí vas mal de tiempo o tienes un antojo, los de bote vienen muy bien. A veces es bueno dejarse ayudar un poco 😉
Los compramos en León. Yo tampoco utilizo olla a presión. La cocina es paciencia 😉