Potaje MuchaVida

Aunque la Semana Santa ya pasó, siempre es buen momento para disfrutar de un buen potaje de garbanzos con bacalao.

Además yo tenía muchas ganas de experimentar con un plato tan típico como el potaje. Me apetecía hacer algo distinto, y esto es lo que se me ha ocurrido. Alguno lo llamará deconstrucción, yo, con todos mis respetos a Derrida, es una palabra que tengo mucho cuidado en utilizar, sobre todo cuando se habla de cocina… Así que prefiero decir que es un potaje a mi manera, y de ahí el título de esta receta.

Ingredientes

200gr. de garbanzos cocidos.

Picada de ajo y perejil Gourmet Garden.

1 chorrito de Fino.

1 manzana de la variedad Golden, a ser posible de la Denominación de Origen del Bierzo.

1 cucharada de pimentón dulce.

100gr. de bacalao desalado.

2 huevos.

200 gr. de brotes de espinaca frescos.

Aceite de oliva virgen extra.

Sal.

Lo fundamental de este potaje es que vamos a ofrecer prácticamente cada uno de los elementos tradicionales del potaje, los garbanzos, el bacalao, las espinacas y el huevo, por separado, para que sea el comensal el que haga la mezcla en el plato, obteniendo un sabor similar al del potaje pero con una distinta textura y alguna sorpresa, como es el caso del bacalao.

Damos un hervor a los garbanzos cocidos con un par de trozos de bacalao (escoge los que peor estén, ya que los desecharemos después, y conserva los que mejor aspecto tengan; si tienes la suerte de que todo el bacalao parece digno de un bodegón, simplemente escoge los que mejor te parezcan). Retiramos el agua y el bacalao, añadimos una cucharada de aceite, una cucharada de picada de ajo y perejil y una cucharada de pimentón. Calentamos un par de minutos y picamos bien en la batidora, hasta que quede hecho un puré.

Mientras se van haciendo los garbanzos, vamos a ir preparando el bacalao. Para ello, seguiremos los pasos que se explican en la receta de Bacalao con manzana del Bierzo, con la única excepción de no añadirle sal.

Por otra parte, saltearemos en una sartén los brotes de espinacas. Esta parte de plato será la que aportará la sal, por eso no añadimos sal a ninguno de los pasos anteriores.

Servimos en cada plato por separado el puré de garbanzos, las espinacas y el bacalao con manzana. Añadimos un toque de espinacas encima del puré y alrededor y por encima decoramos con huevo cocido. 

Como puedes ver, es una forma muy sencilla de preparar un potaje que, además, tiene un punto de sorprendente no solo porque no es el habitual potaje, sino porque involucra al propio comensal en el proceso de preparación.

potaje

La recomendación del chef

Para este plato he elegido una canción que me gusta mucho de Fito & Fitipaldis. Además, aunque no hace falta un motivo para disfrutar de la música de Cabrales y compañía, creo que es una canción que le pega bastante a esta receta. Porque, en cierta medida es un potaje que está un poco cabeza abajo y en cualquier caso es un potaje raro. No digo diferente, digo raro. Que los disfrutéis.

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