Vaya nombre nos hemos inventado para el último experimento, pero los que seguís este blog sabéis que me gusta ser un poco original e inventarse un nombre divertido es uno de los muchos placeres de la cocina.
En esta ocasión se trata de uno de esos platos que se te ocurren mientras te haces la eterna pregunta “y hoy, ¿qué hago de comer?”. Abrí el frigorífico y esto fue lo que se me ocurrió con lo que encontré.
Ingredientes (para 2 personas)
1 patata.
5 o 6 rodajas de remolacha (yo aproveché que tenía un bote de remolacha en rodajas de Bonduelle).
Medio tomate.
2 zanahorias.
Media cebolleta.
1 manzana.
1 cucharada de chile y cucharada y media de albahaca de Gourmet Garden.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Comenzamos haciendo un corte transversal a la patata, de la que reservaremos dos lonchas gruesas. El resto, lo picaremos fino, y haremos lo mismo con el resto de verduras (salvo la remolacha, que la dejaremos en rodajas, tal y como viene en el bote de Bonduelle, que es bastante práctico) y la manzana.
En una sartén con aceite caliente, pasamos primero la cebolla y cuando comience a estar transparente añadimos la zanahoria. Vamos incorporando la patata y el resto de verduras y por último, la manzana.
Sazonamos y añadimos una cuchara del chile de Gourmet Garden, que le dará un ligero toque picante muy rico (para mi gusto) combinado con el sabor dulce de la manzana y la remolacha. Dejamos que se haga todo a fuego medio-suave, hasta que todo quede en un punto entre duro y blando. Para mi gusto, las verduras, cuando se pasan por la sartén, siempre tienen que conservar un puntito de dureza, que no estén hechas del todo. Pero si a ti te gustan de otro modo, lo bueno de esta receta es que lo admite prácticamente todo (incluso puedes optar por otras verduras, aunque la verdad es que las que yo elegí iban de maravilla).
En otra sartén, y tras pasar las lonchas de patata por un poco de aceite y media cucharada de albahaca de Gourmet Garden, hacemos las patatas. Las dejamos un momento a fuego fuerte, luego a fuego medio-bajo durante unos cinco minutos y, por último, las volvemos a poner a fuego fuerte, para que queden en su punto.
Solo queda emplatar. Para ello, yo utilicé un molde, aunque no hace falta, y coloqué la verduras en el plato. Sobre ellas, la rodaja de patata y por encima otra rodaja de remolacha. En un bol, mezclé una cucharada de albahaca de Gourmet Garden y un poquito de aceite, removí bien y lo vertí sobre la patata. Por último, espolvoreé por encima un puñado de semillas de amapola.
La recomendación del chef
Como veis, es una forma sencillísima de tener un plato de verduras muy rico y, además, bastante sano. Además, como ventaja añadida, si a alguien no le gusta o si por algún motivo no os queda del todo bien… Siempre podéis echarle la culpa al chachachá 😉
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