Tras la aportación “gourmet” de la semana pasada, hoy os ofrezco un sándwich mucho más sencillo, pero que a mí me encanta.
Y es que no hay nada más simple que el pan con tomate y jamón ibérico, pero a veces las cosas más simples son las más deliciosas. Y si tienes un buen tomate y un buen jamón de guijuelo, para qué quieres más.
Como en la entrada de la semana pasada, utilicé las nuevas rebanadas de sándwich Thins para probar este mezcla de bocata de jamón de toda la vida en formato sándwich. Pensándolo bien, el resultado es bastante sano, además, aunque reconozco que, cuando se habla de jamón ibérico, no puedo ser del todo objetivo, ¡me encanta!
→ Como la pasada semana, con esta receta también participo en el concurso de recetas que organiza Thins. Para ello, no dejéis de votar a diario en esta web (justo debajo de la foto, pinchando en las estrellas).
Ingredientes (para 2 sándwiches)
Rebanadas Thins 100% integral.
Unas lonchas de jamón ibérico (si es de Guijuelo, mucho mejor).
Medio tomate.
Queso parmesano.
Aceite de oliva virgen extra.
Ajo.
Sal y pimienta.
Comenzamos preparando nuestro falso tumaca. Lo llamo falso porque, aunque es muy parecido al que se puede encontrar en todos los supermercados, el tumaca de toda la vida es el que se consigue al frotar un tomate maduro sobre un buen pan. El procedimiento no puede ser más sencillo: picas en trozos el tomate y añades un toque de sal y pimienta (al gusto, que a mí, por ejemplo, me gusta con un puntito picante) y un poquito de ajo (nuevamente, al gusto, a mí me encanta con ajo pero hay quien prefiere hacerlo sin él), lo picas bien en la batidora y lo dejas que repose un poquito.
Calientas un poco las rebanadas en el tostador y ya solo te queda terminar de montar este sándwich sencillo a más no poder y delicioso como el que más. Sobre una rebanada untamos el falso tumaca, encima, unas lonchas de jamón ibérico y rallas un poquito de queso parmesano por encima, que a mí me gusta darle este toque.
Untas otro poco del tumaca en la otra rebanada de pan, cierras el sándwich y disfrutas de uno de los bocadillos con mejor relación tiempo de preparación / deleite en el paladar 😉
La recomendación del chef
Dicen en esta canción de Los Delinqüentes y Bebe: “yo quiero vivir y comer jamón, olvidar para siempre el reloj…” Y yo les doy toda la razón. El bocata de jamón con tomate me trae aromas del campo, de irte a pasar el día al río, de veranos tan largos que parecía que no se iban a acabar. Quizá es que ahora vivimos más deprisa y por eso me parecen más cortos, así que no está mal de vez en cuando parar, tomarse un tiempo disfrutando, por ejemplo, de un sándwich de jamón con tomate 🙂
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Yo lo siento pero el jamón de Guijuelo me gusta con un buen pan sin más, y desde luego sin ajo, que para mi gusto mata el excelente sabor de un buen jamón, eso para los jamones corrientes. Pero para gustos colores.
Besos
Mujer, ya puestos, un buen jamón de Guijuelo, sin pan ni nada de nada (si acaso, un buen vino).
Pero de vez en cuando me gusta probar cosas nuevas, aunque entiendo que pueda sonar a sacrilegio ibérico 😉
En todo caso, y aunque no lo especifico en la receta, me refiero a un ligerísimo toque de ajo para que ese “falso tumaca” pique un poco, nada más.
Y, aunque insisto en que el jamón no necesita otra compañía que la suya propia, puestos a acompañar, un buen tomate me parece sensacional.
Muchas gracias por tu aportación y besos.