Tenía hoy yo preparada una entrada muy distinta, que dejaré para otra ocasión.
Resulta que esta mañana me he enterado de que muchos blogs participan en una iniciativa promovida por la ONG EDUCO y como me ha gustado la idea, he decidido aprovechar esta otra entrada que tenía reservada para otra ocasión.
No sé si responde exactamente al espíritu de la convocatoria (ofrecer la receta de un bocadillo que cueste menos de 2 euros) pero no tenía otra cosa. De todos modos, no creo que el coste sea muy elevado y sí que os puedo asegurar que ha sido un bocadillo hecho con “restos de nevera”, es decir, aprovechando productos que se van quedando en el frigorífico, así que para mí el coste ha sido bajísimo porque he aprovechado lo que me quedaba de otras compras. De todos modos, siempre animo a la gente a hacer sus propias versiones, y podéis sustituir prácticamente todos los ingredientes a vuestro gusto. Lo importante, para mí, de este bocadillo de pollo picante y salsa de yogur, es la mezcla de dulce y picante, que se puede conseguir de muchas formas.
Y lo importante de esta entrada, no lo olvidemos, es hacerse eco de una situación grave, en la que, según EDUCO, 1 de cada 4 niños en España sufre malnutrición.
[youtube=http://youtu.be/-rQP59rshCI]
Ingredientes
Pan (utilicé pan de tomate y orégano de La casita de pan, pero puedes utilizar el que más te guste o el que tengas más a mano).
Pechuga de pollo.
Unas hojas de lechuga.
Un yogur de manzana.
Una pera.
Cebolla.
Pimentón dulce.
Jengibre.
Ajo.
Chile picado.
Sal y pimienta.
Aceite.
Comenzamos majando bien el ajo y le añadimos el jengibre (fresco o en polvo, pero preferiblemente fresco), chile (al gusto, a mí me gusta que pique, pero depende de cada uno) y un poco de aceite, lo suficiente para hacer una salsa ligera con la que vamos a embadurnar la pechuga de pollo (más o menos un filete por bocadillo) después de haberla salpimentado.
Pasamos el pollo por la sartén hasta que esté doradito, troceamos en tiras largas y reservarmos.
En la misma sartén, añadimos media cebolla picada muy fina con una cucharada de aceite caliente y dejamos que se haga, hasta que se dore.
En un bol mezclamos el yogur de manzana con una cucharada de aceite y el pimentón dulce (media cucharada). Mezclamos bien y añadimos la lechuga cortada en trocitos (a mano, sin cuchillo), una pera muy picadita y la cebolla. Mezclamos bien. Con estas proporciones te saldrá salsa para unos tres bocadillos, tenlo en cuenta. Si vas a hacer solo un bocadillo, puedes utilizar lo que te sobre para darle un toque diferente a un arroz, por ejemplo, pero como muy tarde te recomiendo que la utilices al día siguiente.
Mientras preparas la salsa, a mí me gusta dejar las tiras de pollo en la sartén a fuego bajo, para que se mantengan calientes.
Ya solo queda montar el bocadillo: en una rebanada de pan colocas el pollo, encima la salsa que hemos preparado y cierras el bocadillo.
Es un sabor curioso por la mezcla de picante y dulce, pero a mí me gustó. Además tiene algo que me encanta de los mejores bocadillos: es imposible comérselo sin pringarse los dedos, como tiene que ser 😉
La recomendación del chef
Mientras preparaba este bocadillo tenía todo el rato en la cabeza una canción de la banda sonora de la película ‘El Quinto Elemento‘ (de ahí el nombre del bocadillo). Una película que la gente que entiende de cine probablemente repudiará pero que a mí me gusta (friki que es uno). Y en esa película está esta canción, que creo que ya he utilizado para otro plato, que estaba tarareando todo el rato mientras preparaba este bocadillo.
De todos modos, la mejor recomendación que puedo hacer en esta receta es que visitéis la web de EDUCO para conocer los datos que allí ofrecen, datos que probablemente te dejen de piedra. Y, por supuesto, colaborar en la medida de vuestras posibilidades.
[youtube=http://youtu.be/MhOIrzjIGpE]
Qué buena esa mezcla dulce y picante y qué iniciativa tan magnífica 🙂
Ya sabes que a mí a esas mezclas rarunas me pirran. Y si es por una buena causa, mucho mejor
Me encanta la receta y la iniciativa. La verdad es que cuesta asumir que en España exista ese nivel de desnutrición.
Los datos son brutales, sobre todo al tratarse de niños. Me alegra que te haya gustado. Es un poco rara, no apta para paladares poco dados a la aventura, pero a mí me gustó. ¡Gracias por pasarte por aquí!