Besugo a la naranja con boniato y cebolla

¿Qué pasa cuando compras un besugo con una pintaza estupenda para hacerlo al horno y cuando te pones a ello descubres que olvidaste comprar limones?

Pues que toca tirar de imaginación… Y de frigorífico. Y, por suerte, yo contaba con unas naranjas que nos habían salido muy ricas así que pensé, ¿por qué no? Y de ahí salió este plato que luego completé con boniato en vez de la patata original. Y así salió este besugo tan colorido que quedó espectacular. Aunque casi todo el mérito es del besugo.

Ingredientes (para 2 personas)

1 besugo

1 boniato

1 cebolla

1 naranja

Aceite de oliva virgen extra

Sal maldon

Pimienta

Comenzamos pelando el boniato (éste era grande, si no puede que necesites dos) y cortándolo el láminas finas, cosa que hice con la mandolina (pero si se te da muy bien el cuchillo lo puedes hacer así también). Hice lo mismo con la cebolla, preparé una cama de boniato y cebolla en un recipiente apto para el horno, vertí un chorrito de aceite, salpimenté y lo metí en el horno durante unos diez minutos a 180º.

cama de cebolla y boniato al horno

Mientras preparo el pescado, que ya le había pedido previamente al pescadero que me lo dejase limpio y preparado para el horno, con lo que se adelanta un montón (además de que yo, personalmente, soy muy torpe con el pescado). De este modo, todo lo que tenemos que hacer es cortar en rodajas la naranja y estas rodajas en mitades; hacemos unas incisiones en el lomo del besugo (dependiendo del tamaño entre 2, 3 o 4) e introducimos la naranja en el lomo.

Sacamos el recipiente del horno y colocamos encima de la cama de boniato el besugo. En mi caso, tengo un recipiente en el que se acopla una especie de parrilla y que utilicé en esta ocasión. Me gusta porque consigues que el pescado se hagao y que todo su jugo vaya cayendo sobre la cama lentamente. Además en esta estructura metálica dispuse rodajas de naranja sobre las que coloqué el besugo.

preparación del besugo a la naranja

Antes de meterlo en el horno, rocié el pescado con aceite y con parte del zumo que exprimí de lo que quedaba sin usar de la naranja (aquí no se tira nada). Horneé a la misma temperatura durante unos 25 minutos y cuando lo saqué del horno añadí encima del pescado un toque de sal maldon.

Y después llegó la mejor parte: servir y disfrutar. La verdad es que quedó muy rico (además de visualmente muy atractivo). La mezcla de dulce y salado me gustó mucho y aunque surgió por la necesidad, ya me estoy planteando hacer más experimentos de este tipo.

besugo a la naranja con cama de cebolla y boniato

La recomendación del chef

Durante muchos años aborrecí el pescado. La culpa fue de los comedores de colegio, que son el peor enemigo de la popularidad del pescado entre niños y adolescentes. Hay pocas cosas tan desagradables como un pescado mal hecho. Ahora, por el contrario, cada vez me gusta más y, si por mi fuere (y mi bolsillo me lo permitiese) lo comería a diario. De un modo parecido, nunca me gustó la música country, hasta que uno descubre canciones de las Dixie Chicks como este ‘Lullaby’ y se da cuenta de que lo que nos servían en las radios comerciales como country igual no era muy representativo.

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