El pasado domingo me animé a improvisar algo aprovechando que tenía unas obleas de empanadillas.
La verdad es que el resultado superó las expectativas, sobre todo teniendo en cuenta que fue un plato, no solo improvisado, sino preparado además en poco más de media hora. Mucho mejor para aprovechar el domingo (y de ahí el nombre que le he dado). Yo lo acompañé con un arroz del que también os daré pronto la receta…
Ingredientes (para 15 bocaditos)
1 paquete de obleas para empanadillas.
2 cucharadas de crema de queso semicurado (yo aproveché que tenía una crema Président y salió muy bien).
Media manzana.
Media cebolleta.
Medio pimiento verde.
1 cucharada de orégano fresco de Gourmet Garden.
1 cucharada de dulce de membrillo.
Vermú blanco.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Comenzamos picando muy finos el pimiento y la cebolla y pasándolos a la sartén con un chorrito de aceite bien caliente. Cuando comiencen a hacerse, sazonamos y agregamos el dulce de membrillo y un chorrito de agua (sin pasarse). Añadimos también el vermú blanco (yo utilicé el de la marca blanca de Mercadona, Pratti, que está elaborado por Vermuts Miró, uno de los mejores, y tiene un precio irrisorio). En cuanto a la medida, para estos casos yo me guío por el tapón de la botella: le agregué dos tapones.
Añadimos el orégano fresco y bajamos a fuego medio y dejamos que se evapore todo el líquido. Mientras, podemos ir pelando la media manzana y cortándola muy fina. Ahora tenemos que terminar nuestro relleno: agregamos la manzana a la sartén, mezclamos bien y de ahí a un bol, donde añadiremos la crema de queso y terminaremos de mezclar todo bien.
Queda el paso que quizá exige más delicadeza y paciencia. Una a una, colocamos nuestras obleas en la superficie de trabajo, rellenamos y cerramos. No te pases con el relleno o el paquetito no cerrará bien. Si ves la foto, creo que se aprecia bien cómo he hecho el paquete, doblamos sobre el relleno dos alas (la superior e inferior) de la oblea y con las otras dos cerramos el paquete.
Una vez que tenemos nuestros paquetitos, resta solo pasarlos por la plancha. Yo he preferido hacerlos así y con poco aceite en vez de hacerlos en la sartén, para darle ese aspecto más cercano a mis queridas gyoza, sin tener nada que ver con ellas. Y lo cierto es que quedaron sin una gota de aceite y muy ricas. Como sugerencia de presentación (yo las coloqué todas en un plato para ir picando), se me ocurre disponerlas en platos pequeños en grupos de 2 o 3, espolvoreando un poco de orégano por encima. Aquí debajo tienes el resultado.
La recomendación del chef
Podemos disfrutar estos bocaditos de domingo con una canción que ya tiene algunos años, pero que es muy apropiada para el espíritu de esta receta. Se trata de ‘Porque es domingo’, de Tarik y la Fábrica de Colores, que invita a reflexionar sobre los raros que son los domingos, punto final de una semana y prólogo de la siguiente. Un día que no sabes si querer u odiar pero que, en cualquier caso, sabe mejor con unos bocaditos.
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¡Voy a tener que ir a Mercadona a por ese vermú! Gracias por la receta rica (qué hambre a estas horas, rediossssss). 🙂
¡Merece la pena!
Y no te creas, que yo también lo sufro…
Mil gracias 😉
They look great!
Thank you, Anne! They are really easy to do so it’s perfect if you have guests.