Higos asados con queso de oveja y reducción de Pedro Ximénez

En la época de los romanos, los higos eran un lujo reservado a unos pocos. Por suerte, esto ya no es así, y yo llevo ya un par de semanas disfrutando de unos estupendos higos.

Higos y queso, buena combinación
Higos y queso de oveja, una deliciosa combinación

Y es que el fruto de la higuera está en su mejor momento. A pesar de que su temporada comienza con el verano, es a finales de esta estación cuando está en su mejor momento. Saber si un higo está maduro es muy fácil, si veis que supura una pequeña gota de néctar es que está en el momento justo (pero tan justo que no deberías esperar más de dos días para hincarle el diente).

Los higos, además de ser muy sanos, son también muy sabrosos y admiten múltiples combinaciones. Para mí, es uno de esos platos que permiten elaborar una combinación de dulce y salado exquisita. De todos modos, preferí antes de darle salida a los que había comprado en el Mercado Central de Salamanca (un mercado quizá no tan cool como los de Barcelona o Madrid, pero con unos productos realmente buenos) repasar lo que Niki Segnit comentaba sobre estos frutos en ‘La enciclopedia de los sabores’, un libro que me encanta y que recomiendo encarecidamente.

Niki Segnit - La enciclopedia de los sabores
Lectura recomendada

Y en su libro Segnit aportaba, entre otras deliciosas combinaciones, una receta de higos con queso de cabra muy sencilla, y que me ha servido, con unas cuantas modificaciones personales, para elaborar la que hoy os presento en este blog. Para empezar, yo preferí cambiar el queso de cabra por una crema de queso de oveja de Hermanos Pajuelo, elaborada con esa delicia que es la Torta del Casar extremeña, a la que le di un toque especial.

Ingredientes

Higos (tantos como quieras).

100 gr. de crema de queso de oveja (para 16 higos).

Una cucharada sopera de picada de ajo y perejil de Gourmet Garden.

Tomillo.

Crema de queso de oveja con picada de ajo y perejil
Crema de queso de oveja con picada de ajo y perejil

Veréis como esta receta es sencillísima. Además, viene muy bien si tienes invitados: puedes prepararla previamente, solo te llevará un momento y tendrás un perfecto aperitivo. Para empezar, vamos a mezclar en un bol la crema de queso de oveja con la picada de ajo y perejil.

Hecho esto, solo tenemos que cortar el pedúnculo a los higos y cortarlos por la mitad. En una de las mitades untamos una cucharadita de la crema que hemos mezclado, espolvoreamos un poco de tomillo y cerramos con la otra mitad.

Untamos con la crema de queso y damos un toque de tomillo
Más fácil imposible

Vamos colocando los higos en un recipiente apto para el horno. Opcionalmente, puedes envolver algunos de ellos en jamón ibérico, como hice yo. Además yo preparé una reducción de Pedro Ximénez, muy fácil de hacer, que me gustó porque realzó el sabor dulce de los higos (eso sí, no te pases o quedará demasiado dulce).

Puedes envolver algunos de los higos en jamón ibérico
Puedes envolver algunos de los higos en jamón ibérico

Cuando tengamos todos nuestros higos listos y cerrados, los metemos al horno, a 175º unos 20 minutos, los dejamos enfriar y estarán listos para disfrutarlos. Verás que parte de la crema, como es lógico, se funde, pero no te preocupes. Si la has untado bien, impregnará el higo, por lo que no importa (aun así, yo que no tengo modales ningunos, por supuesto rebañé lo que quedó en la fuente). También puedes preparar esta receta con queso de oveja o de cabra tal cual, al natural, aunque supongo que en ese caso convendría sujetar el higo para que cierre bien. O también puedes optar, como hizo Ana de Con Tapas y a lo Loco (lo podéis ver en su cuenta de Instagram), por hacer los higos a la plancha, que también tienen que estar de vicio.

Higos asados con queso de oveja y reducción de Pedro Ximénez
Higos asados con queso de oveja y reducción de Pedro Ximénez

La recomendación del chef

Las casualidades, a veces, son sorprendentes. Por ejemplo, escribir esta entrada tarareando ‘Dream a little dream of me’, una de mis canciones favoritas, sobre todo en la versión de Mama Cass Elliot, y, por un pálpito, ponerse a investigar qué arbol es el sicómoro que se menciona en la canción. Para descubrir que es un tipo de higuera y que precisamente su nombre viene de la palabra griega utilizada para el higo. Así que me parece una canción ideal para este plato, tan dulce como el higo y con un cierto regusto melancólico.

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