Hoy os propongo una receta sencilla y rápida, ideal como aperitivo si tenéis visita y, si no, que podéis disfrutar en casa, que de vez en cuando hay que permitirse algún pequeño lujo.
Es tan sencilla como preparar una salsa un poco diferente, pero muy fácil y rápida, para unos langostinos que, en esta ocasión, van rebozados en panko. Bajo este exótico nombre se esconde una especie de pan rallado japonés que otorga un punto crujiente que me encanta. Además, hace años era difícil encontrarlo, al menos en Salamanca, pero a día de hoy es mucho más fácil hallarlo en grandes superficies.
En cuanto a la salsa, ha sido uno de esos experimentos de los que te sientes especialmente orgulloso. De esas veces que te poner a experimentar en el laboratorio/cocina, con la presión de que era para una cena con invitados, y sale bien, más por cuestión de suerte que de pericia, sinceramente.
Ingredientes
Para los langostinos
10 langostinos.
Harina.
1 huevo.
Panko.
Para la salsa
Mantequilla.
Dos cucharadas colmadas de azúcar moreno.
Una cucharada de curry.
Una cucharada de ajo picado y otra de perejil de Gourmet Garden.
Whisky.
Para empezar, vamos a preparar la salsa, realmente muy fácil. En una sartén, ponemos una cucharada sopera de mantequilla. Cuando se funda, añadimos el azúcar moreno, el curry, el ajo y perejil de Gourmet Garden y un vasito de whisky. Removemos bien y dejamos que el alcohol se evapore. Mantendremos caliente hasta que tengamos preparados los langostinos.
Yo he utilizado un whisky galés, Penderyn, que descubrí en un viaje pero puedes utilizar tu marca favorita. Probablemente, quede mejor con un bourbon, pero este experimento tengo que probarlo.
Lista nuestra salsa, nos dedicaremos a los langostinos, que pelaremos. Les quitamos la cabeza y dejamos la cola (a mí a veces me gusta dejar también la última parte justo antes de la cola, creo que así se pueden coger mejor porque, por cierto, soy de los que creen que los langostinos saben mucho mejor si se comen con los dedos). Puedes salarlos en este momento, aunque a mí, en este caso, me parece que la sal sobra.
Pasamos los langostinos por harina, después por huevo y, por último, por el panko. Los freímos en aceite muy caliente hasta que estén doraditos. Los dejamos un momento sobre papel de cocina para quitarles el exceso de aceite y ya solo queda pensar en la salsa con la que los acompañaremos, en este caso, la salsa de whisky que habíamos preparado.
La recomendación del chef
Con un pequeño homenaje a Gales, un maravilloso lugar para conocer y disfrutar, no solo por su territorio, sino también por su riqueza gastronómica (todavía recuerdo esos deliciosos pasteles galeses, por no hablar de que disfruté de un fantástico plato de cordero en un típico pub que me supo a gloria), os propongo disfrutar de este plato con una de sus bandas más conocidas, Manic Street Preachers, un grupazo con auténticas joyas como este “A desing for life”.
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¡Quiero uno ahora mismo de aperitivo! Ñam ñam 🙂
Ya te digo, no me habrían venido bien ni nada esta mañana… También estarán muy ricos con mayonesa japonesa… 😉