Éste es un plato que puedes preparar en un momento (si tienes previamente cocidos los garbanzos), así que viene genial para esos días en los que tienes que comer rápido (y, a poder ser, sano) y volver al trabajo.
Que es exactamente lo que hice yo ayer. Y es que es verdad que no hay nada como un guiso a fuego lento y hecho con la debida calma (como las carrilleras que me zampé yo este fin de semana, por ejemplo) pero con el ritmo de vida actual esto no suele ser posible. Ningún problema; existen recetas más o menos rápidas (ésta debió llevarme unos 20 minutos, probablemente menos) sin tener que recurrir a lo de siempre: platos preparados, comida congelada… Con todo mi respeto, por cierto, a estos productos, que en más de una ocasión me han salvado el tipo.
Aun así, nada como algo preparado en el momento. Sobre todo si es fácil y está tan rico como este salteado.
Ingredientes
100 gr. de garbanzos cocidos (si utilizas los de bote, recuerda lavarlos bien)
2 chalotas
Media zanahoria
5 tomates cherry
Medio puerro
1 ajo tierno
Morcón
Vinagre balsámico
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Comenzamos secando los garbanzos para que no nos saltén después. En una sartén con una cucharada de aceite de oliva caliente añadimos los garbanzos.
Cuando empiecen a dorarse añadimos las chalotas, el puerro, el ajo tierno y los tomates cherry, picados. Vamos a añadir también la zanahoria, pero esta vez me dio por rallarla en vez de picarla.
Dejamos sofreír un rato, hasta que las verduras comiencen a ablandarse, y añadimos un poco de morcón (sin pasarse, que el plato ya tiene su buen aporte calórico; esto lo hacemos más que nada para que le dé algo de sabor y aroma). Tengo la suerte de contar con uno casero, que es un lujazo. Salpimentamos al gusto y lo dejamos un par de minutos más.
Servimos y añadimos por encima un chorrito de vinagre balsámico. Antes de comer, mezclarlo bien.
La recomendación del chef
“Te quedas pálido cada vez que ves lo rápido que caes”, cantaba Christina Rosenvinge que, antes de convertirse en musa de hipsters y pasear por el Madrid ese pacto con el diablo por el que consigue no envejecer ni un ápice mientras los demás peinamos canas, me enseñó que lo rápido no tiene que ser malo. A veces, incluso, puede ser muy bueno. Y si no, pensad en lo rápido que pasan vuestros mejores momentos.
Ricos ricos! En casa también solemos prepararlos así, cambiando algunos ingredientes… El bacón, la calabaza y el curry les da un puntito muy bueno 😉
¡Eso tiene que saber a gloria!
Una pregunta, ¿por qué dices que se deben lavar muy bien los garbanzos si son conserva?
Además de que a mí personalmente no me gusta y que puede sembrar algo de dudas al cocinarlos (porque es probable que salga espuma), se supone que ese líquido es agua, sal y un antioxidante que puede no ser muy bueno. No estoy seguro de esto pero en este caso más vale prevenir. Aunque ese líquido podría aportar algo de sabor (que no he probado nunca, pero el olor confieso que no me agrada nada), en este caso no nos hace falta y en otros yo prefiero aportar sabor con otros productos más naturales. Por otra parte, quiero pensar que le quitas algo de la sal que se le añade, que siendo un producto en conserva puede no ajustarse bien a los gustos particulares de cada uno.
Suelo lavarlos, pero me ha llamado la atención tu insistencia en lavarlos bien, me ha hecho dudar.. Gracias!